Guarromán

Guarromán formó parte del proyecto ilustrado de las Nuevas Poblaciones impulsado por Carlos III en el siglo XVIII. Este municipio, junto con otros asentamientos de la zona, nació con la intención de repoblar y dinamizar el territorio con colonos llegados de Centroeuropa. Hoy, su legado histórico, sus tradiciones vivas y su entorno natural lo convierten en un destino turístico singular en la provincia de Jaén.

Un legado ilustrado: la historia de Guarromán y las Nuevas Poblaciones

En 1767, bajo el mandato de Carlos III y con la dirección de Pablo de Olavide, se crearon las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, un ambicioso proyecto de repoblación con colonos alemanes, flamencos y suizos. Guarromán fue uno de los municipios fundados bajo este plan y, aún hoy, su trazado urbano regular y su estructura recuerdan los principios ilustrados de orden y planificación.


Guarromán conserva en su casco urbano las huellas del urbanismo de la ilustración, un diseño en cuadrícula con las manzanas de casas ordenadas según un orden geométrico. El edificio más emblemático, la iglesia, jerarquiza el trazado urbano, precedida por una amplia plaza, en la que se conservan ejemplos de la arquitectura doméstica de la época. El Pósito de Labradores fue construido en 1789 por los maestros mayores de las obras de las Nuevas Poblaciones, Silvestre Gómez y Jacinto de Garaña. De planta cuadrada, está dividido en dos naves por una arquería central de ladrillo, estabilizado por tirantas de madera. Fue rehabilitado en 1987 como biblioteca pública. Además, en el cercano municipio de La Carolina se encuentra el Museo de las Nuevas Poblaciones, un espacio clave para comprender este capítulo histórico único en España.

Fiestas y tradiciones con raíces europeas

La herencia centroeuropea de Guarromán no solo está presente en su historia, sino también en algunas de sus tradiciones y costumbres. Las festividades locales reflejan la fusión entre las influencias traídas por los colonos y las propias de la cultura andaluza.

Entre los eventos más destacados, la Feria de San Juan en junio llena las calles de color y alegría, mientras que la Romería de San Isidro en mayo es una de las celebraciones más esperadas, con carrozas engalanadas y un ambiente festivo que une a vecinos y visitantes.

La Navidad en Guarromán también tiene un carácter especial, con representaciones tradicionales y dulces típicos que rememoran antiguas recetas europeas. Esta mezcla cultural convierte cada festividad en una experiencia única dentro del turismo de las Nuevas Poblaciones.

La gastronomía de Guarromán

El turismo gastronómico es otra de las grandes razones para visitar Guarromán. En sus mesas se pueden degustar productos tradicionales como el aceite de oliva virgen extra, los embutidos caseros y dulces con influencias tanto andaluzas como centroeuropeas.

Los ochíos y las empanadillas de cabello de ángel son imprescindibles para cualquier viajero con gusto por lo auténtico, mientras que el pan de Guarromán, con su sabor característico, sigue siendo un símbolo de la tradición panadera de la zona.

Sin duda el producto más conocido de Guarromán son sus pasteles de hojaldre que aún siguen elaborándose, en alguno de los obradores que los producen, en el tradicional horno de leña moruno. Dos variedades son las más apreciadas, los “pasteles rubios”, llamados así por el aspecto dorado de su hojaldre relleno de cabello de ángel, y los “pasteles blancos”, denominados de esta forma por la capa de azúcar en polvo que recubre el hojaldre, el bizcocho y la crema de la que están hechos, y que son conocidos también como “alemanes”, nombre que hace referencia a la procedencia de los colonos que fundaron esta real población.

Naturaleza y turismo activo en el entorno de las Nuevas Poblaciones

El entorno natural de Guarromán ofrece una combinación perfecta entre historia y aventura. Como parte del territorio de las Nuevas Poblaciones, se sitúa a las puertas del Parque Natural de Despeñaperros, un enclave ideal para senderistas, ciclistas y amantes de la fauna y la flora autóctonas.

Rutas como la que lleva a la cascada del Salto del Fraile o el desfiladero de Despeñaperros permiten al visitante sumergirse en paisajes de gran belleza, mientras que la observación de aves y el turismo ecuestre ofrecen experiencias únicas en plena naturaleza.

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