El Palacio del Intendente, construido en 1807, fue mandado edificar por Tomás González de Carvajal, Intendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, quien residió en La Carolina durante un tiempo. Entre sus elementos más destacados se encuentra el reloj de sol, ubicado en una de sus esquinas, que se instaló para dar la hora a las diligencias que hacían su parada en la casa de postas. También es notable su patio interior, que conserva la arquitectura y el ambiente dieciochesco original.
Hoy en día, el Palacio del Intendente ha sido transformado en un hotel con encanto, manteniendo su esencia histórica y ofreciendo una experiencia única a los visitantes. El edificio ha sido restaurado y se encuentra en buen estado de conservación, siendo ahora un espacio que combina historia y hospitalidad.