Construido a finales del siglo XVIII, el edificio inicialmente fue la residencia del gobernador de la feligresía, designado por la Intendencia de las Nuevas Poblaciones. Tras la abolición del Fuero de Población en 1835, el edificio pasó a ser la sede del Ayuntamiento de Santa Elena, momento en el cual se le colocó un reloj en su tejado.
En 1992, el edificio fue restaurado respetando su estructura original, conservando las dos crujías principales, el tejado y la disposición de los vanos. Esta restauración ha permitido preservar su valor histórico mientras se adapta a su actual función como sede del Ayuntamiento.
Actualmente, alberga al Ayuntamiento de la localidad, siendo un importante símbolo del patrimonio de la localidad, destacando por su relevancia administrativa y su cuidada conservación.