El Pósito de Fuente Palmera, también conocido como el Real Pósito de Labradores y Diezmos, es un edificio de gran valor histórico, situado en la Plaza Real, junto a la parroquia de la Purísima Concepción. Construido entre 1767 y 1769 bajo el reinado de Carlos III, este edificio tiene una planta rectangular y está compuesto por dos plantas y un sótano que servía para la ventilación del grano almacenado. El propósito original del pósito era almacenar el trigo y otros cereales que se recogían de los campesinos, quienes pagaban un diezmo a la iglesia, permitiendo así la supervivencia de la población en los primeros años de la colonización.
Una de las características más destacadas de este edificio es su fachada simétrica, en la que resalta el escudo de los Borbones. En su interior, conserva la solería original de ladrillos. Durante el siglo XIX, el edificio fue ampliado con la adquisición de una vivienda adicional, que se accede desde el patio trasero. El pósito fue gestionado por el ayuntamiento a partir de 1835 y, al inicio del siglo XX, pasó a ser propiedad privada. Actualmente, se encuentra en un buen estado de conservación, gracias a las intervenciones respetuosas realizadas a lo largo de su historia.
Hoy en día, es un patrimonio que complementa la rica historia del municipio, aunque actualmente es de propiedad privada. Sin embargo, su relevancia como testimonio de la historia económica y social de la zona sigue siendo un punto de interés para los turistas que visitan la localidad.