Las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, impulsadas por el rey Carlos III en 1767, trajeron a Andalucía a miles de colonos centroeuropeos, principalmente alemanes, suizos y flamencos. Estos colonos se asentaron en diversas localidades de la provincia de Jaén, como La Carolina, Santa Elena, Aldeaquemada, Guarromán y Carboneros, entre otras. La influencia de estos colonos se refleja en los apellidos que aún perduran en la región, tales como: Font, Wizne, Masdemont, Nef, Wasmer, Laula, Degen, Morher (posteriormente transformado en Moret), Amburg (convertido en Ambú), Eberle (modificado a Hervele), Mortiz (adaptado a Morís), Bornich (cambiado a Bornique), Klespies (transformado en Cleppi), Laub (convertido en Laup), Monblanc (modificado a Momblanc).
