La historia de la Iglesia de la Purísima se remonta a 1768, cuando se bendijo una casa utilizada como oratorio provisional hasta 1771, año en que se abrió al culto la primera iglesia dedicada a la Purísima. En 1785, tras su derribo, las ceremonias religiosas se trasladaron temporalmente a un oratorio en la parte baja del mesón. La iglesia actual fue edificada en la década de 1790 y se conserva en buen estado tras diversas restauraciones.
Su fachada de ladrillo combina elementos constructivos y decorativos con paneles de mortero. La estructura se divide en dos cuerpos: el inferior, rectangular, destaca por su puerta con arco de medio punto y dos lunetos; el superior, dominado por una espadaña.
El interior presenta una nave única cubierta por una bóveda de medio cañón. Su retablo colonial, realizado en obra, está compuesto por tres hornacinas enmarcadas por columnas dóricas que sostienen un entablamento, coronado por una cuarta hornacina. A los pies de la iglesia se encuentra el coro, mientras que a la entrada se ubica el bautisterio con su pila bautismal.
Las imágenes de culto que alberga fueron realizadas tras la Guerra Civil Española. Como capital de feligresía, la iglesia custodia los libros de Bautismo, Matrimonio y Defunciones, testigos de siglos de historia y tradición.
