El origen del nombre de La Ventilla podría deberse a que fue la única “venta” de toda La Colonia. En el mapa de Tomás López de 1797 aparece mencionada como “La Ventilla del Jalón”, aunque probablemente se trate de una mala lectura de “Ventilla del Jabón” en el “Mapa geográfico del reyno y obispado de Córdoba”. Otra versión apunta a que en este núcleo existía una mujer que vendía productos traídos de otros pueblos mayores, y por la modestia del lugar, se referían a él como “La Ventilla”.
Ha sido uno de los núcleos con mayor crecimiento poblacional de la Colonia, destacando por contar con el molino de aceite más antiguo en funcionamiento. Parte de sus útiles tradicionales pueden verse en la intersección de las carreteras que conectan La Ventilla y Peñalosa.
Uno de sus lugares más representativos es el Parque Francisco de Ostos, que lleva el nombre del primer alcalde ordinario de la Colonia de Fuente Palmera. Está situado a la entrada del pueblo junto a la antigua carretera que lo une con Fuencubierta. También son puntos de interés la Plaza principal, el Pozo y Pilas tradicionales, y la iglesia local.
La iglesia, cuya fachada da a la calle Écija, se accede a través de un pequeño atrio cubierto. En el lado opuesto al presbiterio se alzan dos pilares de ladrillo visto que sostienen la campana. En el altar central destaca un crucificado y la imagen de María Auxiliadora, patrona de la aldea. En 1990 se añadieron dos figuras más, el Niño Jesús de Praga y Santa Teresa de Jesús, procedentes de la iglesia de San Zoilo de Córdoba, ambas en escayola de 1,50 m y ubicadas en capillas de madera. Entre las piezas más valiosas del templo se encuentra un antiguo cáliz de plata.
Las fiestas locales se celebran cada 24 de mayo, con la procesión de María Auxiliadora por las calles de la aldea, una tradición que tiene su origen en los vínculos que se establecieron con la comunidad salesiana a través de una antigua maestra. La feria se lleva a cabo entre el 9 y el 12 de agosto, con diversas actividades festivas en honor a su patrona.