La Parroquia de la Inmaculada Concepción fue originalmente levantada en 1578 por los frailes carmelitas de La Peñuela, quienes la dedicaron a la Virgen del Carmen. Este templo fue el que conoció San Juan de la Cruz en su primera visita a la zona. En 1767, con la expropiación del convento por el Estado de Carlos III para la fundación de La Carolina, la iglesia fue ampliada y transformada en parroquia bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, patrona de España y del proyecto colonizador.
La nave central carmelita fue ampliada y se le añadieron dos naves laterales a la altura del presbiterio, junto con la sacristía y varias capillas, lo que le otorga una planta irregular y armoniosa. La fachada y los elementos característicos del estilo carmelitano conviven con influencias neoclásicas y barrocas propias de la época colonial (siglo XVIII). En 1900, se añadió la actual torre campanario, completando su imponente estructura.
La parroquia ha sido restaurada y se encuentra en buen estado de conservación, siendo un importante centro de culto religioso en la ciudad.